El pasado domingo 4 de febrero 11 peones senderistas con ilusión y determinación, subimos desde las ventas del cruce de Ojén por Cuesta Blanquilla hasta la vereda que se esta desbrozando desde el termino municipal de Marbella a la villa de Ojén.
Lina en primer termino detras Maria y Berry
Bella estampa del pueblo de Ojén contemplado desde un altillo en la subida de la Cuesta Blanquilla
Los peones senderistas desplazandose al tajo, posando ante la hermosa vista.
Sendero con regalo para la vista, y esta senda tendrá historia ya lo verás.
Por un lado trabajaban las féminas.
Por otro lado trabajaban los chicos.
Berick y detras Tom
Y en determinados momentos confluían en las paradas para hidratarse.
Jose, Elena y Tom
Un testimonio de que a las féminas no les asustan las azadas.
¡ nuestras amigas Lina y Maria no se arredran por ná !
Para Juan la poda de los árboles tiene una especial predileccion, va cortándole ramas hasta que lucen de su agrado.
¡ cada loco con su tema ! canta Joan M. Serrat
El descanso para reponer fuerzas y compartir opiniones es uno de los momentos tertulianos de la jornada.
El tiempo primaveral y el solano facen que los chic@s busquen la umbría del portentoso pino
Departiendo y platicando fabricamos amistad.
El fotógrafo capta a la fotógrafa.
Esta técnica la plasmó por primera vez y en primera persona para el arte pictorico, nuestro pintor de camara regia,D. Diego de Silva y Velázquez en su cuadro: Las Meninas (1656)
Elena espectadora y al fondo nuestra particular y sin par reportera gráfica y peona senderista,fijaros que lleva colgado del brazo (tijeras del podar )pillada con la mano en la masa: Dolores
La maestra y la alumna:
Dolores a nuestra siniestra y Elena a la diestra, y de espaldo aparentemente sin hacernos nigun feo, Mamen
En esta jornada los compis no se podrán quejar, la presi sale en bastantes instantáneas.
Juan, Elena y Dolores
Tom siempre con su agradable e inseparable sonrisa.
En el duro trabajo unos minutos de esparcimiento y relax son necesarios.
Maria y Mamen
Hay que comentar lo que cuesta quitar el esparto.
Jose, Elena y Dolores
Lo poco que importa sentarse en el camino labrado. ¡Ya lavara la lavadora! , depende todavía hay quien le dá al pulpejo el lavar.
La hora de la retirada había llegado, tocaba recoger las herramientas.
Mamen desenfundando la podadora, forastero
Tom en el camino de vuelta, mas que una mochila parece que lleva el baul de la Piquer, no por ná sino por la cantidad de herramientas que porta
En el semblante de todos se reflejaba la satisfacción del trabajo bien hecho y el placer que todos compartimos al ser los primeros en caminar por el sendero desbrozados.
¡GRACIAS POR VUESTRO TRABAJOS PEONES- SENDERISTAS! ¡SOIS GENTES DE UNA PASTA ESPECIAL!
El frecuente pinzón vulgar.
Hace 18 horas
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